jueves, 12 de julio de 2018

PASADO, PRESENTE, FUTURO

Hubo un infinito tiempo,
creí que era la gran inmortalidad
la felicidad absoluta,
donde me volvías Lorca
y me creí Neruda por ti.

De repente
dejaron de rimar los versos
ya no era Bécquer
quien poseía mis labios.
Me volví Bukowski adicta
y terminé
en un jardín de flores negras
sumergida.
Desperté Baudelaire perdida
y dormí la noche oscura sin sueños,
a la orilla de un río
como una Machado sin rumbo.

Ahora camino
aún siendo una Blacke zombie
entre aceras vacías
repletas de gente apagada
viviendo sus móviles.
Las estroboscópicas luces del cielo
encandilan mi mente.
Soy una Rimbaud muerta.
Pocos versos quedan
mis ánforas están yermas.

He decidido abrazar la locura
aunque parezca cuerda entera.
Cuando llegue el otoño,
y el frío refresque la vida,
me transformaré en Storni
para surcar las estrellas.
Volveré a ser Belli
como si de Rosalías yo fuera,
tras tomarme una Dickinson
sin alcohol,
rozaré la Gloria con mis dedos
porque seré Fuertes otra vez
y mi gato regresará con Poe a sus juegos.