viernes, 30 de diciembre de 2016

ME APETECE



Me apetece un bombón pero no de chocolate.
Me apetece uno de esos delicados y crujientes.
Uno que se derrita con solo mirarlo.
Un bombón de nata y fresa, de mantequilla o de frambuesa.
Duro por fuera y dulce y tierno por dentro.
Me apetece un bombón único, no un bombón cualquiera.
Ese que solo exista cuando se encuentre entre mis dedos
Un bombón de terciopelo.
Pero no temas.
Sé que si me alimento de su aliento se convertirá en humo y perderé el deseo.
Mejor lo observo, lo mimo y lo huelo.
¡Ay! Mi bombón delicado.
Me apetece comerlo en un lugar apartado.
Ahora que lo tengo entre mis dedos,
lo aprecio y lo siento.
Me apetece derretirlo pero no puedo.
Ya no existe ese bombón en el mercado.
No lo venden en el Mercadona, ni el Carrefour, ni en el Hipercor, ni en un chino de barrio.
Es un bombón regalo. Un tesoro escondido que encontré por casualidad en un cumpleaños.
Así que después de un rato, lo recojo y me lo guardo.
¡Ay! mi bombón delicado.